Se han cumplido los pronósticos y las elecciones del 20N han otorgado una amplia mayoría al Partido Popular para que gobierne los próximos cuatro años en España, en un entorno en el cual nos hemos acostumbrado a oir palabras como prima de riesgo, déficit público, etc... Las medidas del nuevo gobierno parece que van a ir encaminadas por la senda de los recortes, para que, tras un previsible período de mucha austeridad, las arcas del estado vuelvan a tener la salud necesaria como para plantear un escenario económico en el cual se pueda volver a generar empleo.
Según informan los medios nacionales, parece que hasta el 20 de diciembre de 2011 no vamos a saber que medidas concretas va a acometer el gobierno de Mariano Rajoy. Si bien se intuye que se va a demandar un sacrificio a los funcionarios públicos y va a haber recortes presupuestarios, el Partido Popular incluía en su programa algunas medidas que afectan directamente a autónomos y pymes, como son el pago del IVA una vez que el autónomo/empresa haya satisfecho el cobro, o la compensación de los impuestos con la deuda pendiente de la administración hacia un autónomo/empresa.
Respecto a las grandes políticas, hay que esperar la postura del nuevo gobierno respecto a la ley de economía verde, que orientaba la estructura del tejido empresarial hacia prácticas industriales más "verdes" y que de alguna manera brindaba un paraguas para el crecimiento de la economía ecológica y sostenible. Aunque hay que ser conscientes de que los mercados, en este caso, los ciudadanos, serán los que con sus prácticas de consumo, condicionadas por su poder adquisitivo, provoquen un incremento de la demanda de los productos responsables.
Así mismo, no debe caer en saco roto la preocupación que el Partido Popular ha manifestado en campaña por el sector agrario. En un momento de reformas de la PAC, este es un tema trascendental para la viabilidad de muchas explotaciones, si bien se ve necesario dar un paso más y abordar al mundo agrario dentro del plan estratégico nacional de desarrollo, tratando a las empresas del sector primario en igualdad de condiciones que a las de otros sectores.
Otro aspecto del que se hablaba mucho durante la campaña electoral era el del apoyo a los emprendedores, lo cual puede ayudar a tener un escenario en el cual se facilite el emprendimiento, mediante bonificaciones fiscales y ayudas a fondo perdido y a la contratación. Queda esperar si estas ayudas van a realizarse a través de organismos públicos y semipúblicos que suponen un alto coste al estado y un escaso rendimiento, o si se va a primar realmente la iniciativa privada de los emprendedores en lugar de la tutorización pública.
También hay que decir que si bien se ha producido un cambio, es previsible que España siga durante bastante tiempo bajo la lupa de los mercados y de los mandatos de la Unión Europea, lo cual puede condicionar de una manera imprevisible la gestión del nuevo gobierno. En esta materia, será de vital importancia conocer cual va a ser la gestión de las ayudas europeas, saber si se va a seguir contando con fondos de apoyo a la innovación y la internacionalización, etc...