Recientemente acabáis de
constituir una empresa dedicada a la ingeniería genética ¿en qué consiste
vuestro negocio?
RecombiNa oferta servicios de
ingeniería genética a aquellos laboratorios de investigación que no tienen el
dominio técnico de esta disciplina o simplemente se deciden por la subcontrata
como estrategia para dinamizar su labor investigadora.
Además, RecombiNA se plantea
como un partner tecnológico para el desarrollo de nuevos productos
biotecnológicos basados en bacterias recombinantes. Estos microorganismos
pueden tener infinidad de aplicaciones y dar lugar a muchas soluciones
biotecnológicas para la producción de fármacos biológicos, vacunas,
probióticos, biofertilizantes e incluso compuestos de interés cosmético.
Un montón de investigadores
metidos en un laboratorio… ¿cómo surge la idea de montar una empresa?
La idea surge porque a lo largo
de estos últimos años hemos sido testigos de tendencias biotecnológicas como la
revolución de las técnicas de secuenciación del ADN, la medicina personalizada
o el desarrollo de nuevas herramientas genéticas que nos permiten modificar los
sistemas biológicos para añadir propiedades beneficiosas. Creemos que todos estos factores pueden
traducirse en oportunidades de negocio.
Somos conscientes de que la
ingeniería genética está confinada en los laboratorios de investigación y a
RecombiNA le gustaría acercar su know-how al mercado real. Como científicos,
queremos generar valor en el país que nos ha formado y nos ha apoyado en
nuestras carreras.
¿Habéis encontrado dificultades
para montarla?
Jajaja….Muchas!!!. No es
nada fácil elaborar un plan de empresa que refleje las necesidades de un mercado
real y que llegue a monetizar tu idea de negocio. Nosotros somos científicos y
no estamos familiarizados con el ámbito empresarial, no teníamos ni idea de
cómo funcionan los mercados, los modelos de negocio, los planes financieros…
Para todo esto ha sido clave el apoyo de la técnico de Cein que nos ha ayudado
en todo momento y nos ha formado con paciencia e ilusión.
Y qué duda cabe que el momento
económico tampoco ayuda… pero para nosotros la crisis de verdad , lo que
supondría una tragedia , sería perder las ganas de luchar para superarla y
seguir hacia delante.
¿Os dirigís a algún mercado
concreto? ¿Qué servicios ofrecéis?
Los servicios de ingeniería
genética están dirigidos a los grupos de investigación básica. Estos servicios
están relacionados con el control y estudio de la expresión de los genes para
conocer su función, la optimización de los sistemas de expresión para que las
biofactorías de proteínas recombinantes sean lo más eficientes posible o la ingenierización
de proteínas a las que se les introducen cambios o etiquetas para que sean
reconocidas por anticuerpos comerciales y de esta manera sean fácilmente
localizables.
En cuanto a la construcción de
bacterias recombinantes a la carta, el potencial de mercado radica en la
versatilidad de aplicaciones. Así, RecombiNA se dirige tanto al sector
farmacéutico como agropecuario e incluso cosmético.
Sois conscientes de que la
ingeniería genética es un tema tabú para muchas personas, que reaccionan
negativamente cuando escuchan términos como clonación, transgénicos… ¿qué les
diríais? ¿Supone una amenaza o una oportunidad?
La ingeniería genética no ha
sido creada por el hombre; los procesos en los que se basa esta disciplina (recombinación,
transducción, conjugación…etc) existen en la naturaleza y son la base de la
evolución. Nosotros los científicos podemos imitar a la naturaleza y dirigir
estos procesos para conseguir organismos con propiedades beneficiosas.
La ingeniería genética salva
muchísimas vidas y la revolución biotecnológica no ha hecho más que empezar. El
50% de la insulina que permite a los diabéticos llevar una vida normal es de
origen recombinante; muchos antibióticos como los derivados de la cefalosporina
C o algunas penicilinas que permiten tratar infecciones mortales, son también
producto de bacterias a las que se introducen genes de rutas metabólicas
exógenas.
Se ha conseguido que una planta suplemente el déficit nutricional de
vitamina A que existe en los países en vías de desarrollo… Por supuesto el
consumidor tiene derecho a saber y a elegir si desea o no consumir un producto
de origen recombinante, pero hay que
hacer llegar a ese consumidor la idea de que las oportunidades y los beneficios
superan con creces los riesgos, si es que existen. Es probable que los
científicos tengamos parte de culpa, y no hayamos sabido acercarnos lo
suficiente a una población que se niega a comer tomates “con genes”. La mayoría
de las veces sólo se habla de transgénicos pero nunca del porque de los
trangénicos.
¿Puede la ingeniería genética contribuir
de alguna manera desarrollo sostenible?
En un mundo donde la población
crece más rápidamente que los recursos, la ingeniería genética puede aportar
soluciones para llegar a sistemas de producción más eficaces, económicos y
ecológicos.
Hemos visto recientemente que la
Unión Europea va a emitir una prohibición para el cultivo de transgénicos, ¿a
vuestro juicio es un paso hacia delante o hacia atrás?
Parece que en Europa tenemos la
batalla perdida… pero plataformas biotecnológicas como Europabio ya se están
movilizando para que las autoridades reconsideren estas políticas
anti-transgénicos, que sólo van a contribuir a que aumenten las importaciones
de EEUU y limitar nuestro desarrollo.
Hay un documento llamado “Science not Fiction” que es buenísimo…
Recién montada la empresa ahora
estáis en una fase de desarrollo y búsqueda de inversores… ¿qué ofrecéis a un
inversor para que entre en vuestro negocio?
Creemos en nuestro proyecto y estamos convencidos de que
tiene un gran potencial y puede generar beneficios. Además, juntos podemos poner
un granito de arena para ayudar a la innovación, que va a ser la clave para dar
la vuelta a la situación económica que sufre hoy nuestro país.