A veces ocurre que cuando un tema es un filón informativo, los medios de comunicación ausan del mismo, llegándose a confundir términos y desorientado al lector que no está formado en la materia. Esta circunstancia se da a menudo al equiparar el término "ecológico" a "sostenible".
Para ello intentaremos aclarar las diferencias existentes entre ambos términos para demostrar que si bien son compatibles, no son iguales.
El término "ecológico", proviene del campo de la biología, de tal manera que se refiere al funcionamiento natural, es decir, sin alteración por parte del hombre, de los ecosistemas, con todo lo que aquello implica. Es decir, un sistema ecológico trata de reproducir las cosas (la producción vegetal, animal e incluso la energética) del mismo modo que se haría en ausencia de tecnología, con el objeto de respetar las leyes de la naturaleza e imponerlas como primer criterio para la producción, aunque no obstante, los criterios de producción ecológica suelen tener cierta permisividad con el empleo de aquellas sustancias y procesos que no alteran el medio ambiente.
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Se trata por tanto de un término relacionado directamente con el medio ambiente y su protección, entendiendo esta, como la no alteración de las circunstancias normales.
Las prácticas puramente ecológicas tienen detractores que consideran que son una involución y que no correponden con una realidad, puesto que en muchas ocasiones el ser humano ha modificado el medio, sin que ello haya supuesto una amenaza (por ejemplo al traer productos de otros contientes, como la patata a europa, con la consiguiente modificación de los cultivos de la zona)
El término "sostenible" es más amplio y por tanto, menos restrictivo, puesto que relaciona dos factores importantes, por un lado el respeto al medio ambiente y por otro, el económico, es decir, la sostenibilidad entiende el respeto al medio ambiente pero tiene como criterio paralelo el bienestar del las personas, considerando uno de los pilares fundamentales para alcanzar el mismo, la viabilidad económica de las explotaciones.
Es por ello que frecuentemente oímos hablar de "economía verde" o de "desarrollo rural", que no excluyen para nada al sector ecológico, pero presentan una visión más amplia, al ser conscientes de que en estos momentos sería muy complicada una viabilidad económica basada exclusivamente en la economía basada extrictamente en modelos de producción ecológicos, aunque no obstante, la sostenibilidad tenga por objeto último, la instauración de un sistema industrial con el mínimo impacto, el cual en última instancia estaría representado por el sistema ecológico.
